No dejan de prodigarse las noticias alarmistas y catastrofistas respecto al futuro más inmediato de la economía española y de la propia Unión Europea, que si España ya se encuentra en situación de rescate, que si los países BRIC ( Brasil, Rusia, India y China ) están preparando un plan de ayuda financiera, pero cumpliendo determinadas obligaciones monetarias y presupuestarias, etc.
Desde aquí me gustaría sugerir alguna propuesta para el futuro no tan lejano, una vez que esta devastadora situación haya pasado e incluso se debería ya plantear y reflexionar en el seno de la sociedad en su conjunto, como piensa el prestigioso gurú Nouriel Roubini, “se acabaron los conejos en la chistera”, el estancamiento económico se agudiza y se prevé una nueva recesión, a lo mejor resulta que finalmente la salida de la crisis será en forma de W, eliminamos la modalidad L y en U.
Decía que convendría que reflexionáramos en torno a una figura , a un nuevo modelo de bienestar, hasta ahora todo se mide en términos de PIB( Producto Interior Bruto), es posible que después de esta debacle económica internacional no nos queden ganas a ninguno de volver a caer en los mis mismos errores de ambición y codicia, puede que busquemos de forma desesperada la Felicidad Interior Bruta ( FIB), en un artículo publicado en la revista ECO ECO ( Invierno 2011 ) intentaba exponer de forma muy resumida qué era esto del indicador FIB y explicaba la experiencia de un país pionero , el reino de Bután, un país budista situado en la parte oriental de la cordillera del Himalaya, entre China e India.
Recomiendo la lectura de este artículo con el fin de tener algún elemento de reflexión sobre la propuesta de divulgar esta revolucionaria idea económica y tratar de empezar a ponerla en práctica, seguro que sería interesante experimentarla.
Al hilo de esta idea, el pasado 4 de septiembre me sorprendió gratamente poder leer en las páginas de negocios de El País, un artículo firmado por Jeffrey D. Sachs, muchos de vosotros lo conoceréis, es un gran economista, profesor de economía y director del Earth Institute en la Universidad de Columbia. También es asesor especial del secretario general de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio.
En dicho artículo nos dice “Vivimos en una época de vértigo .A pesar de la riqueza total sin precedentes del mundo, existe una gran inseguridad, un gran malestar y una gran insatisfacción. En EEUU, una amplia mayoría de los ciudadanos cree que el país está “en el camino equivocado”. El pesimismo se ha disparado. Lo mismo es válido en muchos otros lugares.”
El artículo analiza la experiencia a del autor durante la reunión que mantuvieron decenas de expertos en la capital de Bután , Thimphu, allí se estudiaron las alternativas a un modelo de crecimiento que no busca la felicidad de los ciudadanos, de la población de un país sino solo el crecimiento máximo de la riqueza material, el mensaje que transmiten es el de promover la felicidad, no se debe renunciar al progreso económico, pero siempre buscando los valores culturales, la protección del medio ambiente, vivir en un entorna más saludable física y psíquicamente. Quizá os puede parecer una utopía pero nuestro sistema económico vigente está muy agotado y se reproducen las tensiones sociales, monetarias, bélicas, etc. Algo tendremos que hacer para evitar lo peor, eso será cuando Sísifo después de tanto esfuerzo a lo largo de los siglos no pueda soportar un peso tan grande que le obligue a no poder iniciar el ascenso.
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